sábado, 2 de agosto de 2014

EL AGUA NO SE NEGOCIA, LA VIDA NO SE NEGOCIA



Ilusionados en salir de la pobreza, algunas personas se dejan convencer y se someten a que en su pequeña finca se practique la minería a cielo abierto, claro, inicialmente le puede generar unos pequeños ingresos, pero al cabo de poco tiempo la misma finca que había mantenido su familia desde hace muchas generaciones ya no servirá para nada, no se podrá cultivar en ella porque no queda capa vegetal, si esta con suerte y queda alguna fuente de agua, estará contaminada y no será útil, incluso será un riesgo, en fin, no se podrá producir ninguna riqueza, solo queda un terreno inútil y miserable que no garantizará siquiera la supervivencia de quien lo habita. No nos dejemos llevar a la miseria por el espejismo de una ganancia momentánea.

La minería a cielo abierto utiliza y contamina grandes volúmenes de agua, para obtener un solo gramo de oro son necesarios mil litros de agua. En la gran minería utilizan sustancias extremadamente toxicas como mercurio y cianuro que al final de la explotación quedan impregnadas en el terreno y en las fuentes hídricas por cientos de años.

En la imagen vemos un lote en el que se ha formado un gran cráter, que pueden llegar a tener mas de un kilometro de profundidad y 5 kilómetros de diámetro, este se ha llenado con agua contaminada con las sustancias toxicas ya mencionadas, todo esto se drena hacia las fuentes hídricas, como el rio que pasa al lado, incrementando la contaminación de manera ilimitada.


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